¿Quién mejor que Gilles Galoux para contar nuestra aventura entre bambalinas? Desde la semilla de una idea hasta su creación, pasando por las primeras bofetadas y las primeras sonrisas, las primeras sesiones haciendo de cocinitas y la victoria de Xavier Thévenard en la UTMB 2018, nuestro socio fundador habla sin tapujos de todas nuestras primeras veces. Es una buena manera de darnos cuenta de que el espíritu empresarial recuerda inquietantemente a la topografía de un ultra trail. Con subidas y bajadas, picos maravillosos y valles repletos de interrogantes. La única diferencia es que este ultra empresarial se corre a una velocidad de crucero más que a un sprint. Gilles lo admite: «Estos 5 años se han pasado volando. Parece que abril de 2017 fue ayer». Y menos mal, porque así los recuerdos están bien frescos. Y la historia parece mucho más nítida.
La primera piedra: «En cierto modo, crear Baouw fue para mí una especie de crisis de los cuarenta».
«Trabajé muchísimo tiempo en desarrollo de marketing para grandes grupos alimentarios de la zona de París. Pero cuanto más avanzaba, mayor era la distancia entre los productos que diseñaba y los que yo consumía a diario, hasta un punto en el que un día me tuve que enfrentar a mis propias contradicciones. Surgió entonces el deseo de ser empresario y contribuir de forma acorde a mis valores, así como de acercarme a las montañas, que eran mi pasión. En cierto modo, crear Baouw fue un poco como mi crisis de los cuarenta. Solo tenía una obsesión: fundar en Annecy una marca de nutrición que fuese respetuosa con la naturaleza, los productores y la salud de las personas».
La primera observación: «Ninguna marca de nutrición se dirigía realmente a todos los aficionados a la montaña y la naturaleza».
La primera voluntad: «Elaboré una lista de los ingredientes que debían componer la receta de mi marca ideal».
«En ese momento, elaboré una lista de los ingredientes que debían componer la receta de mi marca ideal. Quería combinar algo sano que respetase el cuerpo y la naturaleza; algo gourmet, con recetas sorprendentes y fuera de lo común; algo práctico, con productos fáciles de abrir y transportar; y algo comunitario, que reuniese a los amantes en un terreno de juego común con unos valores compartidos».
La primera reunión del trío fundador: «A la hora siguiente, nos miramos directamente a los ojos y sellamos el trato con un firme apretón de manos».
«Para darle sustancia y un carácter único a mi enfoque, sabía que tenía que rodearme de un nutricionista experto, uno de los mejores en su campo, y de un chef con estrella Michelin, capaz de romper con los códigos del mercado de la nutrición deportiva. Primero llamé a la puerta de la consulta de Benoit Nave, nutricionista, osteópata y coach de deportistas de alto nivel, que sin dudárselo me dijo que le encantaba la idea.
Él también soñaba con una producción que pudiera aplicar sus consejos, para que sus deportistas, que no estaban satisfechos con lo que encontraban en las tiendas, no tuvieran que seguir fabricándose sus propias barritas y compotas en casa. A continuación crucé las puertas del restaurante dirigido por Yoann Conte, chef con dos estrellas Michelin, donde me recibieron con gran entusiasmo. A la hora siguiente, nos miramos directamente a los ojos y sellamos el trato con un firme apretón de manos. Como vivía en Chamonix y le encantaba la montaña, el concepto le encantó de inmediato».
El primer nombre y logo: «Había que traducir el boom de una explosión de sabores y el guau de las fabulosas sensaciones en la montaña».
«Al principio, la comunicación era como los productos: casera. No recurrimos a ninguna agencia porque teníamos una idea bastante clara de lo que queríamos: un nombre que transmitiera el boom de una explosión de sabores y guau de las fabulosas sensaciones en la montaña; y un logo que demostrara nuestro deseo de convertirnos en el alborotador, un poco rebelde, que rompe los códigos existentes».
La primera hornada: «La verdad es que las primeras tandas de barritas parecían más bien morcillas grandes y poco apetitosas».
«Las primeras sesiones en los fuegos de Yoann estuvieron llenas de situaciones divertidas. No nos habíamos dado cuenta de que para hacer barritas energéticas se necesitaba un equipo específico, una batidora para mezclar los ingredientes crudos de manera uniforme, sin cocinarlos. La verdad es que las primeras tandas de barritas parecían más bien morcillas grandes y poco apetitosas».
La primera receta: «¡La primera barrita que aprobamos fue la de pera-almendra-té verde!»
«¡La primera barrita que aprobamos fue la de pera, almendra y té verde! Rápidamente le siguieron otras cuatro recetas, tres de las cuales conservamos y que figuraron entre las más solicitadas hasta la aparición de nuestra nueva barrita energética de 50 g. Se trataba de las recetas de barritas de 25 g: cacao, avellana y vainilla; cítricos, anacardo y reina de los prados; y grosella negra, almendra y genciana. Como anécdota, la barrita de pera desapareció rápidamente, ya que nos dimos cuenta de que el producto no se conservaba bien y que, con el paso de los meses, el sabor de la pera evolucionaba hacia el sabor del «lavavajillas».
El primer campamento base: «La Maison Bleue y sus ollas siempre han sido y serán la sede central para desarrollar nuestros productos».
«La Maison Bleue, el restaurante de Yoann Conte con dos estrellas Michelin, y sus ollas siempre han sido y serán la sede central para desarrollar nuestros productos. De 2017 a 2019, nuestras oficinas se ubicaron en Seynod, cerca de Annecy, donde siguen restando nuestros almacenes. Era un lugar a medias entre una start up y un camping. Desde entonces nos hemos trasladado al Parc des Glaisins, en el epicentro del mundo outdoor de Annecy, donde tienen su sede la mayoría de las grandes marcas del sector».
Los primeros días: «Me pasaba el día recorriendo Francia para presentar nuestros productos y explicar nuestro enfoque».
«En los primeros pasos de nuestra aventura, en abril de 2017, me pasaba el día recorriendo Francia para presentar nuestros productos y explicar nuestro enfoque. En ese momento ni siquiera teníamos un equipo de ventas. ¡Era como hacer deporte! Hice una serie de cursos de formación nutricional en las tiendas para que nuestras barritas energéticas aparecieran en todos los sitios donde fuera posible. Uno de nuestros puntos fuertes fue que, desde el principio, contamos con la confianza de Le Vieux Campeur y Biocoop, que nos distribuyeron en unas 200 tiendas».
La primera dificultad: «La falta de fama que sufrimos al principio fue el principal obstáculo que tuvimos que superar».
«Cuando empiezas de 0, ¡hay que remar! Muy pocos minoristas aceptan vender un producto que nadie conoce. La falta de fama que sufrimos al principio fue el principal obstáculo que tuvimos que superar. No podemos engañarnos, hemos recibido algunos reveses considerables. Pero, como en el deporte, hay que demostrar una gran resistencia. Sobre todo porque la competencia es enorme. Podíamos leer cierto cansancio en los ojos de las personas a las que intentábamos seducir: «¿Ooootra marca de nutrición deportiva? Todos los días se pasa alguien por aquí. Más allá del marketing, ¿qué te diferencia de los demás?» Echando la vista atrás, recordar esas dificultades nos permite saborear dónde estamos hoy. Con un millar de puntos de venta y una venta online bien asentada, los Baouw están al alcance de muchos».
La primera satisfacción: «Te levantas con un gran entusiasmo por la mañana, aunque sea muy pronto».
«A pesar de las dificultades del principio, siempre estuvimos convencidos de que íbamos por el buen camino. Sobre todo gracias a los comentarios tan positivos que recibimos del kilómetro 1 en adelante. Nos hacían sentir de maravilla con lo que hacíamos Cuando recibes testimonios de aficionados que te dan las gracias porque tus productos han revolucionado su práctica deportiva al permitirles redescubrir el placer que habían perdido por problemas digestivos, te levantas con un gran entusiasmo por la mañana, aunque sea muy pronto. Y cuando Xavier Thévenard ganó la UTMB en 2018 usando las Baouw, sentimos un subidón de alegría»
El primer envase: «Los deportistas necesitan estar tranquilos y, para conseguirlo, el aspecto es esencial. El atleta empieza la degustación por los ojos».
«En un principio, queríamos que nuestro envase sirviera para anclar la marca en el amplio mundo de las actividades outdoor, sin limitarla a una sola disciplina. Queríamos hablar de deportistas y de deporte, más que de recetas. Por eso acabamos con una corredora de trails, un ciclista de montaña, un snowboarder, una surfera e incluso un adolescente que hacía skate con nuestras barritas. Al cabo de unos meses empezamos a recibir llamadas de clientes que nos preguntaban si la barrita para bicicleta de montaña era adecuada para trail, y si la barrita para surf lo era para deportes de invierno. Unas dudas que no nos habíamos planteado. Por eso, en 2019 empezamos a revisar nuestros envases para resaltar la calidad de las materias primas utilizadas en nuestras recetas. Al fin y al cabo, son el mejor reflejo de nuestra promesa de naturalidad y calidad nutricional. Al final, por esforzarnos demasiado en romper los esquemas, volvimos a una opción más convencional. Por eso todos los envases son iguales. Los deportistas necesitan estar tranquilos y, para conseguirlo, el aspecto es esencial. El atleta empieza la degustación por los ojos».
La primera innovación: «Queríamos sentar nuevas bases ofreciendo un producto que nunca antes había estado en el mercado: ¡barritas de verduras saladas!»
«Tras el lanzamiento de nuestras primeras cinco recetas, teníamos en mente romper moldes ofreciendo un producto que hasta entonces prácticamente no existía en el mercado a pesar de la demanda recurrente: ¡barritas saladas! Para ello, nos desplazamos a la meta de la Maxi-Race, una emblemática carrera de trail alrededor del lago de Annecy, y preguntamos uno por uno a los corredores qué verduras les gustarían. De este estudio de campo surgieron cuatro recetas que tuvieron un gran éxito hasta su retirada: boniato-anacardo-curry, zanahoria-semillas de calabaza-pimienta blanca, remolacha-almendra-pimiento de Espelette y quinoa-pistacho-limón verde. No fue una retirada total, ya que dieron paso a una nueva gama de barritas energéticas aún más grandes y sabrosas ! »
Con unos valores que seguirán impresos en nosotros hasta el último día: «Garantizar que la gente pueda llevar una vida sana a través del deporte y una alimentación saludable».
«Estos 5 años han pasado muy deprisa. Parece que abril de 2017 fue ayer. (…) Al principio, no nos habíamos planteado llegar tan lejos en nuestra misión fundamental: garantizar que la gente pueda vivir y envejecer cuidando de su salud gracias al deporte y a una alimentación sana. Por supuesto, ofrecemos productos sanos, sabrosos, prácticos y de alto rendimiento. Pero con los años, hemos ido mucho más lejos, situándolos en el contexto de una alimentación global. Al compartir nuestros conocimientos sobre nutrición para el día a día, nuestra contribución es cada vez más ambiciosa e inspiradora. Y los productos de Baouw son el resultado obvio de todo esto.
Otra aspecto que siempre nos ha ayudado es la comunidad de Baouw. Lo que nos hizo seguir adelante en los primeros pasos fue la fuerza de la aventura humana que vivíamos en torno a valores como el respeto, el intercambio y el compromiso. Eso es lo que nos mueve cada día. En cierto modo, me gustaría dar las gracias a todas las personas que llevan la marca y hacen de ella lo que es hoy. Mi fabuloso equipo, mis socios cofundadores e inversores, nuestros 40 deportistas, nuestros socios y nuestros miles de Baouwers».